En Chile, cada vez más personas están accediendo al cannabis como herramienta terapéutica, especialmente mujeres que buscan alivio para condiciones como endometriosis, migrañas, ansiedad o trastornos del sueño. Pero ¿sabías que para cultivar, portar o consumir cannabis medicinal legalmente se necesita una receta médica?
En este ensayo, te explicamos qué es una receta médica cannábica, cómo funciona, quiénes pueden entregarla y cómo puedes acceder a ella de forma segura y legal. Un paso clave para ejercer tu derecho al autocuidado con conciencia, respaldo y seguridad.
> Historia y contexto
El uso del cannabis con fines terapéuticos no es algo nuevo. Culturas ancestrales en Asia y África ya lo utilizaban para calmar dolores menstruales, partos o estados emocionales alterados. Sin embargo, fue con la investigación moderna —y particularmente con los estudios de Raphael Mechoulam en los años 60 y 90— que se reveló el papel del sistema endocannabinoide en la salud humana.
En Chile, la historia legal del cannabis ha estado marcada por tensiones entre la criminalización y los derechos de los pacientes. Hoy, gracias al trabajo de organizaciones, profesionales de la salud y activismo ciudadano, las recetas médicas cannábicas son una herramienta legalmente reconocida y cada vez más accesible.
> ¿Qué es una receta médica cannábica?
Es un documento emitido por un/a médico/a cirujano/a, legalmente habilitado/a en Chile, que indica que el/la paciente requiere tratamiento con cannabis medicinal. Esta receta no es genérica, sino personalizada: debe incluir diagnóstico, duración del tratamiento, tipo de administración (por ejemplo, aceite sublingual) y dosis sugerida.
Esta receta permite:
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Justificar el autocultivo de plantas de cannabis.
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Portar cannabis en espacios públicos.
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Usar preparaciones cannábicas medicinales con respaldo legal.
Importante: el uso terapéutico debe estar respaldado por exámenes o historia clínica, y la forma de consumo no puede ser por combustión (fumar) según la normativa chilena.
> Componentes de una receta cannábica
Una receta médica válida para cannabis debe contener:
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Nombre completo y RUT del paciente.
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Diagnóstico médico.
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Especificación del tipo de tratamiento: aceites, cápsulas, pomadas, etc.
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Vía de administración (sublingual, tópica, oral…).
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Fecha de emisión y firma del/la médico/a tratante.
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Timbre y número de registro del profesional en la Superintendencia de Salud.
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Idealmente: código QR o validación online (como RECEMED).
> ¿Cómo se consigue una receta en Chile?
🔎 Paso a paso para acceder a una receta cannábica:
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Consulta médica con un/a profesional que trabaje con cannabis medicinal (puede ser online o presencial).
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Presentar tus antecedentes médicos, exámenes, historial clínico.
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Evaluación y diagnóstico del profesional.
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Emisión de receta, con respaldo documental (receta física o digital, más informes clínicos).
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Registro en plataformas como RECEMED (Registro de Pacientes Medicinales).
💬 Puedes encontrar médicos/as en centros como Fundación Daya, Clínica Fundación Sanasativa, Centro Dharma, entre otros espacios comprometidos con el derecho a la salud y el cannabis terapéutico.
> Relación con cannabinoides externos
La receta médica no solo legitima el uso de fitocannabinoides (como THC y CBD), sino que orienta su elección y dosificación. Dependiendo de la dolencia, se indicará:
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Preparados ricos en CBD (ansiedad, inflamación, epilepsia).
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Balanceados o con más THC (dolor crónico, insomnio, endometriosis).
Así, el cannabis no se usa al azar, sino con respaldo médico y protocolos seguros, cuidando el bienestar físico y emocional del/la paciente.
> Perspectivas terapéuticas
En Chile, el uso de recetas médicas cannábicas sigue en expansión, especialmente en contextos ginecológicos, de salud mental y dolor crónico. Las nuevas generaciones de médicas/os están más abiertas/os a esta alternativa, y se han creado plataformas como RECEMED para validar pacientes y proteger sus derechos en fiscalizaciones.
En paralelo, existen desafíos:
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Falta de formación en cannabis medicinal en universidades.
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Desinformación institucional y resistencia de algunas farmacias.
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Criminalización persistente pese a leyes que protegen el uso con receta.
Sin embargo, el futuro se vislumbra con más conocimiento, más respaldo y una red cada vez más fuerte entre usuarias/os, terapeutas y activistas.
> Conclusión
Contar con una receta médica cannábica en Chile es una herramienta clave de autocuidado y empoderamiento. Nos permite ejercer el derecho a un tratamiento digno, natural y personalizado. Pero también requiere responsabilidad: informarnos, mantener nuestros documentos al día y actuar con consciencia.
En The High Femme Club creemos que el acceso al cannabis medicinal no es un privilegio, es un derecho. Y que mientras más sepamos, más protegidas estamos.
🌿 ¡Infórmate, conéctate y comparte este conocimiento con otras mujeres que podrían necesitarlo!
📚 Referencias
- Fundación Daya https://www.fundaciondaya.org
- Centro Médico Cannábico Dharma | Fundación Sanasativa https://www.instagram.com/fundacionsanasativa
- Ley 20.000, artículos 4, 8 y 50.
- Ley 21.575 (modificación artículo 8, Ley Antinarcos).