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El cuerpo humano alberga múltiples sistemas que regulan funciones vitales, y uno de los más fascinantes y menos conocidos es el Sistema Endocannabinoide (SEC). Este sistema desempeña un papel crucial en la regulación de diversas funciones fisiológicas y en el mantenimiento del equilibrio interno del organismo, también conocido como homeostasis. Descubierto a finales del siglo XX durante investigaciones sobre los efectos del cannabis, el SEC ha abierto un campo entero en la medicina moderna, tanto en humanos como en animales.
> Una mirada histórica: Raphael Mechoulam y el origen del SEC
El camino hacia la comprensión del Sistema Endocannabinoide comienza con el trabajo visionario del Dr. Raphael Mechoulam, un químico orgánico israelí que, en 1964, logró aislar y sintetizar por primera vez el Tetrahidrocannabinol (THC), principal compuesto psicoactivo del cannabis. Su investigación fue revolucionaria: por primera vez, la ciencia tenía las herramientas para estudiar con precisión cómo los cannabinoides interactúan con el cuerpo humano.
En los años 90, el equipo de Mechoulam descubrió dos moléculas endógenas que actúan como neurotransmisores naturales del cuerpo: la anandamida (derivada del sánscrito “ananda”, que significa “felicidad”) y el 2-AG. Estas moléculas fueron denominadas endocannabinoides porque se comportan de forma similar a los fitocannabinoides del cannabis, activando los mismos receptores en el organismo.
Este descubrimiento marcó el nacimiento formal del Sistema Endocannabinoide, y convirtió a Mechoulam en una figura central en la investigación biomédica. Su legado continúa inspirando a científicos y médicos que exploran el uso del cannabis como herramienta terapéutica.
> ¿Qué es el Sistema Endocannabinoide?
El SEC es una red biológica fundamental presente en todos los vertebrados. Está compuesto por tres elementos clave:
Receptores cannabinoides: principalmente CB1 y CB2, ubicados en la superficie de las células.
Endocannabinoides: moléculas lipídicas como la anandamida (AEA) y el 2-araquidonilglicerol (2-AG), producidas naturalmente por el cuerpo.
Enzimas: que sintetizan y degradan los endocannabinoides (como NAPE-PLD y FAAH).
Este sistema funciona como un mecanismo de señalización celular. Los endocannabinoides actúan como “llaves” que se unen a sus “cerraduras”, los receptores CB1 y CB2, provocando una cascada de respuestas que ayudan a mantener el equilibrio interno del cuerpo frente a estímulos físicos, emocionales o ambientales.
> Localización y funciones del SEC
Receptores CB1
Se encuentran principalmente en el cerebro: hipocampo, corteza, cerebelo y ganglios basales.
También están presentes en el hígado, tejido adiposo, tracto gastrointestinal, músculos, sistema reproductivo y nervios periféricos.
Receptores CB2
Se localizan sobre todo en el sistema inmunológico: linfocitos B y T, monocitos, macrófagos y microglía.
En enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, se ha observado una sobreexpresión de estos receptores en células de la microglía, sugiriendo su rol en la modulación inflamatoria.
📌 Ambos tipos de receptores están involucrados en la regulación del dolor, el apetito, el sueño, la inmunidad, la memoria, el estado de ánimo, la fertilidad, la presión ocular y la homeostasis energética.
> Fitocannabinoides y su relación con el SEC
Los fitocannabinoides, como el THC y el CBD, provienen de la planta de cannabis y mimetizan la acción de los endocannabinoides:
El THC se une directamente a los receptores CB1 y CB2, generando efectos psicoactivos y terapéuticos.
El CBD actúa de forma más compleja, modulando indirectamente los receptores y promoviendo el equilibrio sin generar euforia.
Estos compuestos vegetales han demostrado efectos beneficiosos en trastornos como:
Dolor crónico y neuropático.
Ansiedad, depresión y estrés postraumático.
Epilepsia refractaria.
Esclerosis múltiple y enfermedades autoinmunes.
Síntomas asociados al cáncer y a la quimioterapia.
> El SEC en animales
El SEC está presente también en todos los vertebrados y algunos invertebrados, lo que significa que animales como perros, gatos, caballos, aves, peces y reptiles también poseen este sistema.
En perros y gatos, por ejemplo, hay una alta densidad de receptores CB1 en el tronco encefálico, lo que los hace más sensibles al THC.
El uso de CBD veterinario ha mostrado ser prometedor en el manejo de epilepsia, ansiedad por separación y dolor articular.
Veterinarios especializados ya aplican terapias cannabinoides en animales con condiciones crónicas, siempre bajo dosificación cuidadosa.
🔬 Estudios revisados por la Fundación CANNA y otras instituciones respaldan el creciente interés por el uso de cannabinoides en medicina veterinaria.
> Perspectiva terapéutica y futuro del SEC
El SEC se ha convertido en una diana terapéutica de enorme interés, ya que permite modular funciones clave del organismo de forma más global que otros tratamientos convencionales. Al trabajar sobre la raíz del desequilibrio, en lugar de los síntomas, se abre un camino hacia una medicina más integrativa y personalizada.
Nuevas líneas de investigación se centran en:
Cannabinoides menores (CBG, CBC, THCV).
Modulación del SEC sin efectos psicoactivos.
Endocannabinoides sintéticos.
Aplicaciones del SEC en ginecología, oncología, geriatría y psiquiatría.
> Conclusión
El descubrimiento del Sistema Endocannabinoide, impulsado por Raphael Mechoulam y su equipo, ha cambiado nuestra comprensión del cuerpo humano y su relación con el cannabis. Esta red inteligente de comunicación celular no solo conecta sistemas tan diversos como el nervioso, inmunológico, digestivo y reproductivo, sino que también nos ofrece nuevas herramientas para recuperar la salud desde adentro.
En humanos y animales, el SEC nos recuerda que el bienestar no es la ausencia de enfermedad, sino un equilibrio dinámico. Y que la naturaleza, a través de la planta de cannabis, ya nos ha dado una llave.
📚Referencias científicas
Fundación CANNA. Sistema Endocannabinoide. https://www.fundacion-canna.es/sistema-endocannabinoide
Mechoulam, R., & Gaoni, Y. (1964). Isolation, Structure, and Partial Synthesis of an Active Constituent of Hashish. Journal of the American Chemical Society, 86(8), 1646–1647. https://doi.org/10.1021/ja01062a046
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